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Tediósfera

En el 2000

En el 2000

De Huxley a Terry Gilliam el futuro parece un lugar donde es fácil cultivar el pesimismo. Gobiernos autoritarios, laberintos burocráticos, drogas para ser felices, diseño de bebés. En fin ese tipo de cosas que nadie hubiera querido que pasaran, hasta que uno se dio cuenta que comenzaron ayer.

Ni siquiera el mundo hipertecnologizado de Los Supersónicos era tan amable como parecía. Sí, había automóviles que se convertían en maletas y robots que nos servían el desayuno, pero uno tenía que programar sus propios sueños y los jefes eran unos calvos mezquinos que nos regañaban desde una pantalla gigante.

México es un país en el que los políticos gustan de hablar del futuro y para la inmensa mayoría de los mexicanos ese futuro se reduce a la próxima quincena, para los menos el siguiente trienio. Las visiones del porvenir no existen salvo en los programas sociales, las alianzas para la educación, las columnas de opinión en año preelectoral y en los partidos de la selección nacional. Pensamos en el mañana para mitigar el vértigo que nos produce un presente demasiado desolador.

George Orwell apuntó un año para su mundo futuro (“1984”), Ray Bradbury una temperatura (“451 Fahrenheit”) y el director Richard Fleischer un alimento (“Soylent green”).  Y aunque Kubrick había provisto un número emblemático (2001), para el resto de los mortales, la meta tendría que ser más redonda, digamos un año antes. Durante mucho tiempo soñamos con llegar al año 2000. Algo tenía que pasar en el 2000, decíamos, una catástrofe natural, una revolución sangrienta, la caída del PRI, lo que fuera. Entrar al nuevo milenio era como llegar a los 30, la edad perfecta para empezar de nuevo. Y es que pensando en ese México del año 2000, que parecía tan lejano, a principios de los ochenta se filmó una comedia que ha resultado con los años profética y con ello, quiero decir cada vez más divertida. Hay cintas que es preferible no volver a ver para no frustrar nuestro recuerdo de ellas. Con México 2000 me pasa exactamente lo contrario: cada que la veo, la disfruto un poco más.   

Estrenada en 1983 y protagonizada por Chucho Salinas y Héctor Lechuga, quienes hacían la mayor parte de los personajes, México 2000 retrata los sueños de modernidad que se gestaban en el país hace un cuarto de siglo, en los primeros años de la Madrid, a quien no se le escatiman referencias (en la República del futuro, “si usted le pide un préstamo al banco, el banco le paga a usted los intereses por poner a trabajar el dinero estéril”, dice uno de los personajes, aplicando lo que ellos llaman la “teoría de la Madrid”).

Absurda, sarcástica, continuamente crítica, la película dirigida por Rogelio A. González es un recorrido por un mundo perfecto en el que los problemas de los mexicanos se han extinguido a fuerza de voluntad y el país se ha vuelto un ejemplo para el mundo, que no duda en copiar nuestras costumbres (ver a holandeses celebrando las posadas es una de esas imágenes inolvidables del cine nacional). Con un presupuesto mínimo (los autos del futuro son apenas carritos de golf), la cinta brilla en sus diálogos mordaces, en su mala producción, en sus referencias a los sueños que el país tenía hace 25 años y a lo deprimente que resulta pensar que poco han cambiado desde entonces.

Para Lechuga y Salinas, éstas son las cosas que habrían de suceder en el 2000:       

1. El partido de los campesinos gana las elecciones. Los tzotziles hablan alemán, inglés y francés, además de comunicarse por un tipo de celular (que en ese tiempo no existía) con sus clientes extranjeros, que no dejan de pedirles granos. La Secretaría de Agricultura funda la Universidad del Campo para “asegurar la autosuficiencia alimentaria de los mexicanos”.

2. Uno de los personajes está viendo en la tele una película de ciencia ficción que se llama “Nosotros los pobres”. “Oye Papá”, cuestiona, “lo que no entiendo es qué es ser pobre”. “No lo entenderías”, le responden.

3. La hija de Chucho Salinas está exenta en sus exámenes porque “es muy estudiosa”. “Como todos”, responde la muchacha, “lo que pasa es que los estudiantes no tenemos otra cosa que hacer más que estudiar”. “Lo mismo de siempre”, dice a su vez Héctor Lechuga. En otra escena, cuando los habitantes de este México nuevo llevan a sus hijos a la escuela, puede apreciarse un letrero que dice: “Domingo próximo, clases como siempre, a petición de maestros y alumnos”.

4. El DF cuenta apenas con 2 millones de pobladores, las avenidas nunca tienen tránsito, los policías pasan meses sin poner una infracción. Además se levantan cosechas en muchas zonas de la capital: trigo en la colonia Algarín, jamaica y sandía en la Hacienda de San Jerónimo, tamarindos en Tlascoaque.

“Mucha de la fruta que ustedes están comiendo viene del DF”, dice Chucho Salinas.

“¿Te acuerdas esa avenida donde estaba el Reloj Chino?”, le pregunta después a Héctor Lechuga.

“Bucareli”, recuerda el otro, “y ¿ahí qué cultivan?”

“Papas… en toda la avenida”.
4. Héctor Lechuga tiene en brazos a su nieto y recrimina a su hija que vea en él a un futuro futbolista y no algo más prometedor: “Este niño va a ser Presidente de la República”, dice orgulloso el abuelo.

“No puede”, responde la mamá, “su padre es suizo”.

“Mi vida, ya reformaron el 82”, dice Lechuga. (Lo más increíble de todo es que eso ¡sucedió en la realidad! y fue la reforma que hizo posible que Vicente Fox ganara las elecciones… en el 2000)

5. En el futuro, el Presidente viaja en transporte urbano y le cede su lugar a otros ciudadanos, porque “en un camión todos somos iguales”. En lugar de usar la radio, alumnos de conservatorio que hacen su servicio social tocan música clásica para los pasajeros. “¿Quieren algo de Brahms o de Sibelius?”, pregunta el chofer. Todos prefieren a Sibelius, a excepción del primer mandatario, a quien no le queda de otra que respetar una decisión democrática. “Sibelius, Sibelius Pérez, torero, torerazo”, entona el jefe de Estado. “Ah, señor Presidente, cómo será usted cabrófilo”, dice el chofer, “ése es otro Sibelius”.  
6. Los estadunidenses cruzan de espaldas mojadas el Río Bravo y terminan trabajando en puestos de tacos ambulantes (eso sí, servidos con la higiene de un cirujano: en este México futurista los taqueros usan guantes de látex y tapabocas).
7. La Selección mexicana le gana siempre a Brasil. Chucho Salinas, al saber la noticia, sentencia: “Siempre les ganamos, funcionó el sistema Trelles Heroles”.
8. Los informes de Gobierno duran un minuto, a fin de que nadie pierda el tiempo que puede aprovechar trabajando (otra profecía cumplida en el último informe de Vicente Fox).
9. Los ancianos no quieren jubilarse y prefieren seguir laborando. En el 2000, sólo existen dos asuetos: el 16 de septiembre y el Día del Compadre.
10. La Orquesta Sinfónica Nacional hace giras continuas, pero no a Londres o a Berlín sino a “Escárcega, Campeche y Chinconcuac”. 


Para descargar la película, clickea aquí.



Para Fernando. Este post se valió de información de los blogs de Beto y Josué Barrera

 

Y para los que no recuerden esta cinta:  

   

El campo mexicano en el año 2000.



     

La primera infracción en mucho tiempo.

10 comentarios

KurtC. -

Jajajaj, no me ha tocado ver la película pero es tan de ficción, y mas por estos lares.

Laura Angélica -

Alguna vez vi un pedazo de la película, me hizo reír, ya me daré mi tiempo para verla completa, gracias, Saludos!

Mario Carrillo -

jajaja no hay problema, eso responde muy bien a mi pregunta.

saludos.

p -

¡Eso! ¡Más cine! ¡Uno a la semana! El problema con esta película es que salió justo después del sexenio de López Portillo, que fue el último Presidente machín de México. Si hubiésemos seguido por ese camino, todo lo que sucede en "México 2000" se hubiera hecho realidad. Ahora nos tenemos que esperar hasta el año 3000, cuando se restablezca el orden luego de todo lo que se ha dado en la torre (por culpa del PAN).

Eduardo Huchín -

No entiendo los términos "aprender" y "nada". Si pudieras extenderte en ello, quizás pueda esbozar una respuesta. Un saludo.

Mario Carrillo -

vaya, se ve buena esa pelí.
Te recomiendo leer(si no es que lo has hecho ya) "Eugenia: esbozo novelesco de costumbres futuras" del Doctor Eduardo Urzáiz escrita en 1929. Lo curioso es que "Un mundo felíz", la primera de una serie de novelas inglesas sobre utopías y distopías, salió en 1932. Además de que se encuentran varios paralelismos entre las dos obras aunque el discurso y la historia son algo diferentes (Urzáiz es más optimista respecto al futuro y tiene una tendencia por-equidad de género)

En fin, trataré de conseguir esa película, se ve muy buena.

Saludos.

Post Data:
¿Por qué ustedes "Campechanos", incluyendo al Solís Sosa, no le aprendieron nada a Juanito de La Cabada?? (casi seguro de Rodrigo ni idea tiene de él) Este cuestionamiento, como se intuye, no tiene nada que ver con este artículo, sólo lo hice por jodón.

rodrigo solís -

Definitivamente una joya de película, junto con otra que es de mis consentidas “México, México, ra, ra, ra”.
Tienes toda la razón, es una película profética. Ya hasta le ganamos a Brasil en partidos oficiales y toda la cosa.

wilberth herrera -

No hace mucho lo pasaron en el cable, pero lamentablemente se interpuso el chivas monterrey. Tiene años que lo vi en tv azteca, resultado de esperar las pornochas de las 12 pm, pornos como el macho bionico y barbarella.
Sísísí, escarcega, y champotón.

Daryl -

Recuerdo muy poco la película pero si recuerdo de que era una crítica al gobierno y otras cosas más. Da un poco de nostalgia ver que ese Mexico 2000 está lejos de este Mexico 2008. Lo curioso es las cosas a las que le atinaron. Ójala le hubieran atinado a lo de la música clásica en camiones o de aprender varios idiomas desde la primaria. La realidad es otra y hoy que escuchaba la radio camino al trabajo hablaron sobre 22 ejecuciones en 24 horas, probablemente de narcos. El caso es que esas cosas que escuchabamos en el norte ya se han ido extendiendo, a tal grado que en Campeche ya existe violencia. Ciudad del Carmen en una ciudad con elevado índice de violencia: la gente está agresiva, no respetan la vialidad, tiran basura por todos lados, roban vehículos, secuestros express, decapitados a la orilla de la playa o encajuelados. La prostitución está a la orden del día, ya en las principales calles de Carmen vemos a chicos gay paseandose. Claro no todo es violencia y corrupción, también hay cosas buenas. Solo dejenme pensar en algo bueno que decir. Saludos!

Quihaditas (fernando) -

Jajaja, reí como con la película. Gracias por la dedicatoria.
Inovlidable también la escena del camión urbano "Hay merengues, hay merengues... hay atole" Los que la hayan visto o puedan descargarla sabrán de lo que hablo.
Saludos.