El libro infantil que aún no he escrito
Quienes me conocen saben que uno de mis mayores sueños es escribir una novela para niños y que siempre he fracasado en el intento. Narrar para un público infantil exige virtudes que no poseo, lo que no me quita que llene cuadernos de bosquejos de lo que podría ser una buena historia.
Desde hace algunos años he pensado en un libro que lleve el sugerente título Marranacho y que cuente las peripecias de un cerdo con ese nombre. Descendiente de los no menos célebres Aquiles y Máximo Serdán, Marranacho emprende una aventura hacia Bahía de Cochinos, por algún motivo que nunca tuve claro.
Ya se imaginarán que con un argumento tan idiota no he pasado de la primera página y a lo más que he llegado es a conformar una mediana galería de personajes:
Federico Marranietzsche
Pensador, autor del libro Cómo se filosofa a pezuñazos. Ha legado dos célebres frases: “El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el cerdo”; “¿Vais al cochino encebado? ¡No olvidéis el látigo!”, ambas provenientes de Ahumado, demasiado ahumado.
Sigmund Fud
Psiquiatra, cabeza principal del “círculo de Viena”, que dio origen a las famosas salchichas, de las que después renegó por sus implicaciones fálicas. Su principal contribución fue el descubrimiento de la “cisti-psicosis”.
Puercarlos Marx
Filósofo. Se dice que conservaba en su refrigerador un bacon al que llamaba “Francis”. Es autor del grito bélico que llevara el ejército porcino en la famosa “Guerra del Cerdo”: “¡Cerdos capitalistas!” Marx afirmó que la sociedad actual se movía “en las láminas heladas de la báscula egoísta”.
Fidel Rastro
Comandante supremo de las fuerzas porcinas. Fue capaz de liderar una revolución sin ensuciarse las pezuñas y luego hacer jamón a todos sus críticos.
Nota: dispensen la falta de Photoshop.
7 comentarios
KurtC. -
Un saludo!
Daryl -
Remorita Tuchín -
rodrigo solís -
Leticia -
Laura -
Laura Trujillo -
Uno, tu dibujitos photoshopeados, jejeje. Y dos los nombres que les pusiste. Creo Puercarlos Marx fue el que más risa me dió.
Un saludo poeta. Y aquí sigo comentando.